No hay evidencia científica ni estadística que demuestre que metros, trenes y autobuses sean un foco de infección del coronavirus
Los principales responsables del transporte público reivindican que tiene unos elevados niveles de seguridad frente al riesgo de contagio de la covid gracias a las medidas de prevención y protección establecidas. Los epidemiólogos, asimismo, afirman que no hay estudios ni estadísticas que digan que el metro, los trenes o los autobuses sean focos de infección. Ello, sin embargo, va en contra de la percepción que tiene la población. Entre un 10% y un 15% de los viajeros ha dejado de utilizarlos por miedo, según una encuesta, pero la mayoría los utiliza porque, en general, no dispone de otra alternativa mejor de movilidad. Esta es la conclusión que se extrae de los Encuentros en La Vanguardia celebrados esta semana sobre la seguridad en el transporte público.
Todos los participantes coincidieron, asimismo, en la necesidad de una mayor información y transparencia ante la opinión pública sobre el escaso riesgo que comporta la utilización del transporte público y sobre las medidas de protección que se han adoptado.
En los Encuentros en La Vanguardia participaron Isaías Táboas, presidente de Renfe; Rosa Alarcón, presidenta de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y concejal de Mobilitat del Ayuntamiento de Barcelona; Ricard Font, presidente de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC); Pere Torres, director de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM); Dolors Clavell, vicepresidenta de la Associació per a la Promoció del Transport Públic; el doctor Antoni Trilla, jefe del servicio de medicina preventiva y epidemiología del hospital Clínic de Barcelona y Enric Sierra, director adjunto de La Vanguardia, que ejerció de anfitrión y de moderador.
El doctor Trilla afirmó, como epidemiólogo, que no hay bases científicas ni estadísticas que permitan decir que viajar en transporte público suponga un riesgo mayor de contagio. En su opinión es menor del que hay en otras interacciones sociales. “Puede decirse –dijo– que el transporte público es válido siempre que existan las medidas adecuadas de protección y que estas se respeten por parte de los usuarios”.
El transporte público es seguro siempre que existan las medidas adecuadas de protección y que los usuarios las respeten”
Entre dichas medidas de protección, recordó el doctor Trilla, están la necesidad de llevar mascarillas bien colocadas y no sacárselas durante el trayecto ni para comer un bocadillo, procurar no hablar en voz alta, que exista una buena ventilación y lavarse las manos, bien con jabón o con geles hidroalcohólicos al llegar al lugar de destino. La limpieza de los asientos y demás superficies es necesaria pero no tanto como las demás, ya que tienen menos importancia como fuente de infección.
El factor tiempo de permanencia en el transporte público también es otra variable a tener en cuenta. Cuanto menos dure el viaje menor riesgo de contagio existe. Pero reconoció el doctor Trilla que, efectivamente, la gente tiene miedo porque les asustan las aglomeraciones intensas. “Pero es un problema más de percepción que de realidad, aunque es cierto que el riesgo cero no existe”, añadió.