Para la mayoría son su bien más preciado del que no se desprenderían por nada del mundo
Después de 20 años de investigación, el profesor de psicología de la Universidad de Cornell en San Francisco, Thomas Gilovich, descubrió que comprar cosas aunque produce una felicidad inmediata, ésta se desvanece rápidamente, es solo un espejismo momentáneo. En cambio, los recuerdos que poseemos son los que nos proporcionan felicidad a largo plazo, además, ayudan a mantener una actitud positiva ante la vida dejando atrás los malos momentos. Así que evocar los viajes realizados a lo largo de la vida nos proporciona placer y bienestar.